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Datos interesantes de nuestra galaxia, la Vía Láctea

A continuación, te mostraremos algunos datos interesantes sobre la galaxia en la cual vivimos, la Vía Láctea. Desde el origen del nombre, tamaño, velocidad de rotación hasta exoplanetas y la estimación de la colisión con nuestra galaxia vecina Andrómeda.

¡Así que si quieres saber más sobre la «casa» en la cual vives en el universo, quédate con nosotros y descubrámoslas!

Datos técnicos

  • Edad: ~13 600 millones de años
  • Velocidad de rotación: ~ 220 km/s
  • Velocidad de traslación: ~ 630 km/s en relación con el fondo cósmico de microondas
  • Cantidad de estrellas: Entre 100 000 millones a 400 000 millones
  • Tipo de galaxia: Espiral barrada
  • Diámetro: Aprox. 100 000 años luz
  • Distancia del sol al centro galáctico: Aprox. 26 000 años luz
  • Constelación: Sagitario
  • Grupo: Grupo Local
  • Agujero negro: Tiene un agujero negro supermasivo en su centro, Sagitario A*.

La Vía Láctea es la galaxia en la que está el sistema solar y la Tierra, es decir nuestro hogar, nuestra galaxia es nuestro punto de referencia para construir todo conocimiento acerca del cosmos.

Quizás piensas que como hay demasiadas galaxias en el universo la nuestra quede de un lado, pero lo cierto es que nuestra casa es muy especial y tiene muchísimas cosas por descubrir. De hecho, nuestra galaxia es una excepción, puesto que la mayoría de las galaxias son pequeñas.

La Vía Láctea desde los predios del Observatorio La Silla de ESO.
Imagen 1. La Vía Láctea desde los predios del Observatorio La Silla de ESO, en el desierto chileno de Atacama. Crédito: ESO/P. Horálek

Origen del nombre

El nombre «Vía Láctea» se origina en la mitología griega, donde se cuenta que la leche materna de Hera, la esposa de Zeus, formó una banda blanca y luminosa en el cielo mientras amamantaba a su hijo Hércules. Esta banda se comparó con un camino celestial y se le dio el nombre de «Vía Láctea».

El término proviene del latín y significa «camino lácteo» o «sendero de leche». Hoy en día, se utiliza para referirse a nuestra galaxia, que muestra una apariencia blanquecina en el cielo nocturno y que es muy preciosa cuando la podemos ver sin contaminación lumínica.

Tal efecto visual de la Vía Láctea se debe a muchas estrellas y otros materiales que están sobre el plano de la galaxia, como el gas interestelar.

Imagen 2. Vía Láctea fotografiada en Japón. Foto: Kanenori from Pixabay

Edad de la Vía Láctea

Según las estimaciones científicas actuales, se cree que la formación de nuestra galaxia, la Vía Láctea, ocurrió aproximadamente hace unos 13 600 millones de años, un poco después del Big Bang. Por lo que, la Vía Láctea es una de las galaxias más antiguas del universo conocido.

Imagen 3. Vía Láctea vista desde la Tierra. Foto: Paul. W. Hodge, Enciclopedia Britannica.

Galaxia espiral y sus brazos

La Vía Láctea es una galaxia tipo espiral barrada, tiene un disco plano y 4 brazos que se extienden desde un núcleo central, estos brazos espirales están formados por cientos de miles de millones de estrellas.

Los principales brazos son el Brazo de Orión, el Brazo de Sagitario, el Brazo de Perseo y el Brazo de Norma. Nuestro Sistema Solar se encuentra en el Brazo de Orión, también llamado el Brazo de Sagitario.

Imagen 4. Impresión artística con anotaciones de la estructura de la Vía Láctea, incluye la ubicación de los brazos espirales y otros componentes como el bulbo. Foto: NASA/JPL-Caltech/ESO/R. Hurt

Tamaño y forma

La Vía Láctea tiene aproximadamente 100 000 años luz de diámetro y contiene entre 100 mil millones a 400 mil millones de estrellas.

Su forma se parece a un disco de CD, con un núcleo central abultado y brazos espirales que se extienden desde él. Según, estimaciones nuestra estrella, el Sol, está a una distancia del núcleo galáctico de aproximadamente unos 26 000 años luz.

Imagen 5. Panorámica de la Vía Láctea en 360 grados del cielo nocturno sobre la plataforma de Paranal, sede del Very Large Telescope de ESO. A la derecha de la imagen y abajo del arco de la Vía Láctea, son observables dos de nuestros vecinos galácticos, la Gran y Pequeña Nubes de Magallanes. Foto: ESO/H.H. Heyer

Velocidad de rotación y traslación

Velocidad de rotación: La Vía Láctea gira a una velocidad de aproximadamente 220 kilómetros por segundo. Por lo que se estima que, nuestro sistema solar tarda aproximadamente 225-250 millones de años terrestres en completar una órbita alrededor del centro galáctico de la Vía Láctea.

Velocidad de traslación: por otro lado, nuestra galaxia no está en reposo, sino que se está moviendo en relación con otras galaxias y estructuras cósmicas. La velocidad de traslación de la Vía Láctea varía dependiendo de la referencia utilizada.

Sin embargo, si utilizamos la radiación de fondo de microondas, que es una referencia cosmológica y estandarizada, se estima que la velocidad de traslación de la Vía Láctea es de aproximadamente 630 kilómetros por segundo.

Es importante saber que las velocidades son relativas, es decir, solo podemos conocer cómo se mueve un objeto respecto a otro. No podemos determinar la velocidad absoluta de un objeto, ya que requeriría conocer un punto completamente inmóvil en el Universo, y, tal punto no existe. Los astrónomos toman como referencia el fondo cósmico de microondas para medir velocidades relativas, ojo, igual esto sigue siendo relativo.

En el centro de la Vía Láctea se encuentra un agujero negro supermasivo

¡Si, así como lees, nuestra galaxia tiene un agujero negro supermasivo en su centro! El mismo se llama Sagitario A* y tiene una masa equivalente a aproximadamente 4 millones de veces la masa de nuestro Sol.

Durante el periodo de 1990 a 1995, Richard Genzel y Andrea Ghez, rastrearon las órbitas de las estrellas y midieron sus velocidades en el centro de la Vía Láctea. Estos estudios proporcionaron la evidencia más convincente hasta el momento de la existencia de un agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia, conocido como Sagitario A*

Agujero negro supermasivo Sagitario A de la Vía Láctea.
Imagen 6. Sagitario A*, el agujero negro supermasivo que está en el centro de nuestra galaxia la Vía Láctea. Foto: Telescopio Chandra. NASA/CXC/Stanford/I. Zhuravleva et al.

Cantidad de estrellas y sistemas solares

Se estima que en la Vía Láctea hay entre 100 mil millones y 400 mil millones de estrellas. Esta cantidad es significativamente mayor que el número de granos de arena en todas las playas de la Tierra.

Se cree que muchos de estos sistemas estelares pueden tener planetas orbitándolos, lo que aumenta la posibilidad de la existencia de vida extraterrestre.

Exoplanetas

Hasta la fecha, se han descubierto en la Vía Láctea cerca de 5000 exoplanetas (planetas que orbitan estrellas fuera de nuestro sistema solar). Estos exoplanetas presentan una amplia variedad de características y tamaños y que abren la posibilidad de algún día encontrar un planeta muy similar al nuestro y que contenga rastros de vida.

Imagen 7. El sistema estelar TRAPPIST-1 se encuentra en la Vía Láctea a una distancia de aproximadamente 39 años luz de la Tierra, en la constelación de Acuario. Esta infografía enumera las propiedades principales de los siete planetas TRAPPIST-1, junto con los cuatro planetas más internos del Sistema Solar a la misma escala. Foto: NASA/JPL-Caltech/R. Hurt, T. Pyle (IPAC)

Polvo y gas interestelar

En el disco de la galaxia, se encuentran altas cantidades de gas y polvo, lo que da lugar a intensos procesos de formación estelar en los brazos espirales, en estas regiones hay estrellas jóvenes y nubes de gas que colapsan gravitacionalmente para formar nuevas estrellas.

Al haber gran cantidad de polvo, se dificultan las observaciones hacia el exterior de la Vía Láctea, y se utilizan telescopios de radio o infrarrojo, que ayuden a disminuir los efectos del polvo.

Un ejemplo de una región de formación de estrellas en la Vía Láctea es RCW 108, una nebulosa de emisión ubicada en la constelación Ara, donde se están formando nuevas estrellas debido a la compresión gravitatoria del gas y el polvo interestelar.

Imagen 8. Región de formación estelar RCW 108 en la constelación Ara. Foto: ESO.

Halo estelar

Además del disco principal, la Vía Láctea tiene un halo estelar que se extiende más allá del disco. En el halo hay presencia de gran cantidad de materia oscura, una forma de materia invisible que solo puede detectarse a través de su influencia gravitacional en otras estructuras cósmicas.

En el halo de la Vía Láctea hay una menor concentración de gas y nubes de polvo. Como resultado, la actividad de formación estelar es menos frecuente y se encuentran estrellas viejas y cúmulos globulares.

Colisión con Andrómeda

Como es natural en el universo, debido a la gravedad, los cuerpos celestes tienden a atraerse entre sí, dos grandes masivas galaxias como la Vía Láctea y Andrómeda se atraen, entre sí, a pesar de la expansión del universo.

Actualmente, Andrómeda y la Vía Láctea están separadas por unos 2 500 000 años luz (dos millones quinientos mil años luz) y se están acercando la una a la otra a una velocidad de aproximadamente de 110 km/s (396 000 kilómetros por hora). En aproximadamente cuatro mil millones de años, se espera que ambas galaxias colisionen.

Las galaxias Antennae son quizás, la mejor representación vista desde lejos de como sería el choque de las dos galaxias, entre la Vía Láctea y Andrómeda, mientras se alejan una de la otra luego de «golpe galáctico».

Las Galaxias Antennae: posible aspecto que presentarían vistas desde lejos la Vía Láctea y Andrómeda cuando choquen.
Imagen 9. Las Galaxias Antennae, también conocidas como NGC 4038 y NGC 4039, es posiblemente el aspecto que presentarían vistas desde lejos la Vía Láctea y Andrómeda mientras se alejan la una de la otra luego de haber colisionado, para volver a chocar nuevamente debido a la gravedad.

Aunque pueda sonar catastrófico, la colisión podría no será tan destructiva como se imagina. La Tierra probablemente sobrevivirá y solo unas pocas estrellas serán afectadas, dado que las distancias entre ellas son enormes.

Sin embargo, la configuración familiar de la Vía Láctea tal y como la conocemos cambiará drásticamente. La colisión dará lugar a la formación de una nueva galaxia elíptica gigante, el nombre que le han llamado es: Lactomeda.

Secuencias de lapso de tiempo de la colisión entre la Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda en aprox. 4 mil millones de años.
Imagen 10. Esta representación muestra la fusión prevista entre la Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda tal como se vería desde la Tierra. El primer cuadro es en la actualidad, mientras que la última imagen corresponde a aproximadamente 7 mil millones de años en el futuro.

Pero tranquilos, cuando todo esto ocurra no estaremos aquí, estamos claros que deben pasar alrededor de 4 mil millones de años. ¡Posiblemente, para ese tiempo los inventos de Elon Musk hayan sido utilizados para llevar la civilización humana a otra galaxia, quien sabe!

Estas son solo algunas curiosidades sobre nuestra galaxia, la Vía Láctea. Es un lugar fascinante, misterioso y lleno de muchas cosas interesantes.

Lo que sabemos de nuestro hogar es realmente poco, si hacemos una comparación con la inmensidad del universo, pero anima a la humanidad a seguir en busca de esos conocimientos que nos siga ayudando a desarrollarnos como civilización. ¡Nos vemos en el próximo artículo!


Referencias

  1. Baker, J. (2011). 50 cosas que hay que saber sobre el universo. Editorial Ariel
  2. Nasa. (2012). Astrónomos predicen una colisión titánica entre la Vía Láctea y la galaxia de Andrómeda. Recuperado de: https://www.nasa.gov/mission_pages/hubble/science/milky-way-collide.html
  3. Hodge, P. W. (2023, May 16). Milky Way GalaxyEncyclopedia Britannica. https://www.britannica.com/place/Milky-Way-Galaxy

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