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Hemangiomas de la lactancia: una lesión de la infancia con buen pronóstico

Hemangiomas de la lactancia

Los hemangiomas de la lactancia son lesiones vasculares de color azulado o rojizo que aparecen generalmente en el primer año de vida y en la mayoría de los casos desaparecen espontáneamente a los 5 a 10 años de vida.

Epidemiología

Son las tumoraciones más frecuentes en la lactancia. Su incidencia en recién nacido es de 1-2,5%; en niños caucásicos su frecuencia es de 10%.

Etiología

Se trata de un proceso proliferativo localizado de mesénquima angioblástico. El tejido mesenquimal es un tipo de tejido embrionario, y los angioblastos son las células encargadas de formar los vasos sanguíneos. Una mutación en los genes que regulan la proliferación de células endoteliales es la causa de la generación excesiva de pequeños vasos que dan como resultado el hemangioma.

Clínica

Los hemangiomas de la lactancia se caracterizan por lesiones cutáneas blandas y de color rojo vivo a violeta oscuro. Estas lesiones son comprimibles al tacto, y al estar formada de vasos llenos de sangre, palidece al comprimirla. Se trata de nódulos o placas de 1 a 8 cm de tamaño. Cuando comienzan a desaparecer las lesiones con el paso del tiempo es probable que aparezcan en la superficie de la zona central zonas blanquecinas o grisáceas. Estos son signos de que la lesión está involucionando.

La fase proliferativa, en la cual la lesión aumenta de tamaño dura en promedio de 3 a 9 meses. Estos hemangiomas por lo común se agrandan con rapidez en el primer año. En la fase ulterior de involución muestra regresión gradual en un lapso de 2 a 6 años. La desaparición suele completarse a los 10 años, aunque varía mucho de una persona a otra.

Distribución

Las lesiones características de los hemangiomas de la lactancia por lo común son solitarias y localizadas. También puede extenderse y abarcar toda una región. Generalmente aparecen en la cabeza y cuello en 50% y el tronco en el 25% de las ocasiones.

HEMANGIOMA DE LA LACTANCIA
Se evidencia hemangioma de la lactancia en la región frontal supraorbitaria izquierda. El rostro es una ubicación usual de este tipo de lesiones.

Diagnóstico

El diagnóstico se fundamenta en hallazgos clínicos y en la resonancia magnética. También se utiliza Doppler y arteriografía para identificar el flujo rápido. Es importante conocer la inmunoreactividad de tipo GLUT-1 para descartar malformaciones vasculares. El transportador de glucosa 1 (GLUT-1) es un marcador inmunohistoquímico capaz de diferenciar los hemangiomas del resto de anomalías vasculares.

Evolución y pronóstico

Los hemangiomas de la lactancia muestran desaparición progresiva espontánea para el quinto año de vida. Un pequeño porcentaje se termina por desaparecer a los 10 años de edad. Prácticamente no quedan cambios residuales de la piel en el sitio de la mayor parte de las lesiones.

Tratamiento

Es necesario valorar cada una de las lesiones y decidir si se administra tratamiento o no y también seleccionar la modalidad terapéutica. El tratamiento sistémico es difícil, exige experiencia y solo un experto debe realizarlo. Las intervenciones quirúrgicas y médicas incluyen aplicación de láser de onda continua o de pulso de colorantes, criocirugía, dosis altas de glucocorticoides intralesionales y sistémicos, interferón alfa y propanolol. En la mayor parte de los casos el mejor procedimiento para tratar los hemangiomas de la lactancia es no intervenir de manera activa, porque la resolución espontánea genera los mejores resultados estéticos.


Fuente: Fitzpatrick, T., Wolff, K., Johnson, R. y Saavedra, A., 2014. Atlas De Dermatología Clínica. 7th ed. Madrid: McGraw-Hill Interamericana.


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