La nueva tecnología de comunicación inalámbrica 5G ha desatado un gran debate mundial, hay diversas partes que están en contra a pesar de que hay muchos estudios científicos realizados a la fecha que indican que las radiofrecuencias y microondas no son dañinas. ¿Pero hasta qué punto podríamos decir que no son dañinas?
Antecedentes
Siempre hemos convivido con las radiaciones electromagnéticas, de hecho, la tierra genera radiación sobre nosotros. El radón es un gas natural que está en las rocas y la tierra, es considerado como una fuente de radiación natural y todos los días inhalamos aire, bebemos agua e ingerimos alimentos.
De igual manera, estamos expuestos a la radiación natural de los rayos cósmicos, especialmente a gran altura. De hecho, si viajamos por 8 horas en avión recibimos mucha más radiación ionizante que estando en tierra. Para más información revisar: el portal de la organización mundial de la salud (OMS).
Se sabe que hay diferentes puntos de vista, tenemos las personas y entidades que están en contra de esta nueva tecnología, argumentando que la radiación electromagnética se relaciona con el desarrollo de diferentes tipos de cánceres hasta llamativas teorías como «La propagación del covid-19 a través de la red 5G». Sin embargo, muchas de estos argumentos no están basados en artículos científicos con buenas referencias y con resultados concluyentes. Tanto así, que se han llevado a cabo actos de violencia y destrucción de muchas estructuras de la nueva tecnología alrededor del mundo.
Y por el otro lado, están las entidades y personas que día a día investigan para esclarecer la situación e informar a la sociedad lo más rápido posible cada nuevo resultado, sobre los efectos de las radiofrecuencias y microondas sobre la salud.
El progreso de las redes inalámbricas
Por otra parte, siempre se ha buscado diferentes tipos de tecnologías que nos permitan conectarnos y comunicarnos mejor. Razón por la cual las tecnologías de conectividad (como todas) siempre han evolucionado, el progreso viene arraigado a nuestros pensamientos.
Recordemos la tecnología 1G, surgida alrededor de los años 80, relacionada con los primeros teléfonos móviles que solo permitían transmitir voz. Luego llegó la tecnología 2G, donde pudimos enviar mensajes de textos. Posterior a la 2G vino la 3G, tecnología que nos permitió conectar nuestros teléfonos al internet. Seguidamente, apareció el 4G y pudimos realizar streaming (videos en tiempo real). Todas estas tecnologías tienen algo en común, eran desconocidas y probablemente generaban rumores amarillistas como se está haciendo ahora con la nueva incorporación de la tecnología 5G.
¿Qué es la red 5G?
En cuanto a la red 5G, es la nueva tecnología de comunicación inalámbrica y acceso a internet en el rango de las radiofrecuencias y microondas. Esta quinta generación de redes móviles permitirá reducir al mínimo la latencia (el tiempo de respuesta de la web), aumentará la velocidad de conexión, y multiplicará el número de dispositivos que puede conectarse entre sí.
Algunos beneficios de la conexión 5G:
- Navegación de 10 GBps (gigabytes por segundo): podremos descargar películas en segundos.
- Latencia de 5 milisegundos: nos permitirá conectarnos prácticamente en tiempo real.
- Aumento del número de dispositivos conectados y compartir información en tiempo real: a través del internet de las cosas podremos conectar, autos, neveras, alarmas, puertas eléctricas.
Gracias al 5G viviremos en un mundo sumamente conectado, junto con el internet de las cosas (IoT: conexión entre electrodomésticos, automóviles, mobiliario urbano, etc.) podremos conectar diferentes dispositivos u objetos de nuestra vida cotidiana en tiempo real.
Punto de vista físico
Al visualizar esta nueva tecnología desde un punto de vista de la física e ingeniería es necesario saber dónde se encuentran las radiofrecuencias y microondas ubicadas en el espectro electromagnético y como son clasificadas dentro de las radiaciones no ionizantes e ionizantes.
El espectro electromagnético es una gama continua de ondas que va desde las ondas de radio hasta los rayos gamma. Estas se diferencian en longitud de onda, frecuencias y energías, sin embargo, todas se desplazan en el vacío a la rapidez de la luz.
Estas radiaciones (radiofrecuencia y microondas) están entre un rango de 30 kilohercios (30 kHz o 30,000 Hz) a 300 gigahercios (300 GHz o 300 mil millones Hz). Las mismas están clasificadas dentro de las radiaciones no ionizantes.
Dentro de las radiaciones no ionizantes tenemos a las ondas de radio, microondas, infrarrojos, luz visible y por último la ultravioleta (hasta cierta frecuencia antes de entrar los rayos X). Mientras que para las radiaciones ionizantes están los rayos X, los rayos gamma y radiación corpuscular.
Las radiaciones no ionizantes son de larga longitud de onda, de baja frecuencia y por lo tanto tienen baja energía, no tienen la capacidad de cambiar los átomos de nuestro cuerpo (arrancando electrones), sin embargo, pueden calentar hasta cierto punto la piel y tejidos, no debería hacer nada más allá de eso.
Por otro lado, si debemos cuidarnos de la exposición prolongada a la radiación ultravioleta, ya que sí puede causar cáncer de piel (melanoma) y evitar potentes láseres (radiación infrarroja) que no estén dentro de los límites establecidos de exposición, direccionados a la piel y ojos ya que pueden causar daños severos como quemaduras.
Mientras que las radiaciones ionizantes son de corta longitud de onda, alta frecuencia y tienen mucha energía. Al tener altas energías, tienen la capacidad de atravesar nuestra piel y romper los enlaces moleculares formando iones (ionización), razón por la cual son peligrosas.
Todas las tecnologías anteriores (1G, 2G, 3G, 4G) han estado dentro del rango no ionizante del espectro electromagnético y la 5G no es una excepción. De hecho, todas emiten niveles sumamente bajos en relación con el límite fijado por la Comisión Internacional de Protección de Radiación no Ionizante (ICNIRP).
No es posible adjuntar moléculas de ADN y ARN a una onda electromagnética. El covid-19 se adquiere por la infección del virus SARS-CoV-2 (tiene una alta tasa de contagio) y el coronavirus ha llegado incluso a lugares donde no hay antenas 5G instaladas.
También: ¿Qué son los virus?
¿Hay implicaciones de la salud con la implementación de la nueva red 5G?
Cabe resaltar, que desde un punto de vista psicológico todo cambio genera reacciones que pueden conducir al miedo, euforia, entre otras. Sin embargo, lo mejor es seguir fuentes confiables y que tengan los mejores estudios hasta el momento.
Es por esto, que hacemos un repaso de las conclusiones de algunas entidades internacionales y estudios relevantes en relación con las radiofrecuencias, microondas y los posibles daños biológicos.
Organización Mundial de la Salud:
Hasta la fecha, y después de mucha investigación realizada, ningún efecto adverso para la salud se ha relacionado causalmente con la exposición a tecnologías inalámbricas. Las conclusiones relacionadas con la salud se extraen de estudios realizados en todo el espectro radioeléctrico, pero, hasta ahora, solo unos pocos estudios se han llevado a cabo en las frecuencias que utilizará 5G.
El calentamiento de tejidos es el principal mecanismo de interacción entre los campos de radiofrecuencia y el cuerpo humano. Los niveles de exposición a la radiofrecuencia de las tecnologías actuales dan como resultado un aumento insignificante de la temperatura en el cuerpo humano.
https://www.who.int/news-room/q-a-detail/5g-mobile-networks-and-health
Instituto nacional de Cáncer (NIH):
La exposición a la radiación ionizante, tal como de rayos X, se sabe que aumenta el riesgo de cáncer. Sin embargo, aunque muchos estudios han examinado los posibles efectos para la salud de la radiación no ionizante procedente de radares, de hornos de microondas, teléfonos celulares y de otras fuentes, no existe actualmente evidencia firme de que la radiación no ionizante aumente el riesgo de cáncer en humanos.
El único efecto biológico reconocido con solidez de la radiación de radiofrecuencia es el calentamiento. La capacidad de los hornos de microondas para calentar los alimentos es un ejemplo de este efecto de la energía de radiofrecuencia. La exposición a la radiofrecuencia por el uso de teléfonos celulares causa calentamiento en el área del cuerpo (p. ej., el oído y la cabeza) en donde se apoya un teléfono celular o algún otro aparato. Sin embargo, no es suficiente para aumentar sensiblemente la temperatura corporal. No hay otros efectos claramente establecidos para el cuerpo humano de la radiación de radiofrecuencia.
https://www.cancer.gov/espanol/cancer/causas-prevencion/riesgo/radiacion/hoja-informativa-telefonos-celulares
U.S Food and Drug Administration, Center for devices and radiological health (FDA): Revisión de literatura publicada entre 2008 y 2018 de Relevancia para radiación de radiofrecuencia y cáncer (febrero 2020), parte de la conclusión dice así:
Los datos epidemiológicos publicados entre el 1 de enero de 2008 y el 8 de mayo de 2018, continúan apoyando los hallazgos de la FDA de que no existe un vínculo causal cuantificable entre la exposición a radiación de radiofrecuencias (RFR) y formación de tumores.
https://www.fda.gov/media/135043/download
Estudio Interphone: Relación de tumores cerebrales y el uso de teléfonos móviles:
Actualmente el mayor estudio relacionado con los celulares y el riesgo de tumores de cabeza y cuello. Inició en el 2000 y concluyó en el 2010 (10 años de estudio con personas de 13 países), tuvo como objetivo revisar la evidencia sobre si el uso de teléfonos móviles aumenta el riesgo de los principales tipos de tumores cerebrales, glioma y meningioma, obteniendo lo siguiente:
En general, no se observó un aumento en el riesgo de glioma o meningioma con el uso de teléfonos móviles. Hubo sugerencias de un mayor riesgo de glioma en los niveles de exposición más altos, pero los sesgos y los errores impiden una interpretación causal. Los posibles efectos del uso intensivo a largo plazo de los teléfonos móviles requieren una mayor investigación.
https://academic.oup.com/ije/article/39/3/675/631387
Gran Estudio Danés:
Estudio hecho en Dinamarca donde se relacionó la información de más de 358 000 personas que usaban celulares con los datos de incidencia de tumores cerebrales del Registro Danés de Cáncer, concluyeron lo siguiente:
No se observó una asociación entre el uso de teléfonos celulares y la incidencia de gliomas, de meningiomas o de neuromas acústicos, ni siquiera entre personas que habían estado suscritos a teléfonos celulares por 13 años o más.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11158188/
¿Hay mayor incidencia de tumores cerebrales y en otras partes del sistema nervioso?
Llevamos alrededor de 40 años conviviendo con celulares, sin embargo, la incidencia de tumores cerebrales no ha aumentado, más bien ha disminuido.
De acuerdo al National Cancer Institute (NIH), se tienen los siguientes datos estadísticos de tumores cerebrales y otras partes del sistema nervioso en EE.UU.
En 1992 se tuvo una tasa de nuevos casos de 6.8% y 4.8% en la tasa de incidencia y mortalidad respectivamente, mientras que para el 2017 ambas tasas bajaron ligeramente a 6.0% y 4.4% respectivamente. Como se aprecia, hay decremento lo que indica que podría no haber relación entre los celulares y los tumores cerebrales.
De hecho, revisando las estadísticas mundiales, se encuentra que el cáncer en general aumenta de manera proporcional al aumento de la población (algo natural por condiciones biológicas) donde los tipos cánceres de pulmón, mama y colorrectal son los tres principales tipos en términos de incidencia y mortalidad. Los 3, son responsables de un tercio de la incidencia de la enfermedad y la carga de mortalidad en todo el mundo (el cáncer de pulmón es la primera entre ellos).
Para más estadísticas acerca de las tendencias de las tasas anuales de nuevos casos de tumores cerebrales/sistema nervioso visitar: Centers for Disease Control and Prevention
De interés: Traspasando el límite de Hayflick
¿Hay estudios científicos que afirman los efectos nocivos de las radiaciones de radiofrecuencia en la salud?
Por supuesto que sí los hay, con esto del 5G han surgido un sin número de desinformación y artículos científicos de diferente grado de calidad. Sin embargo, debemos guiarnos por los artículos más referenciados por la comunidad científica y de mayor impacto.
Un artículo de calidad sirve de base para realizar nuevos trabajos, es decir: sirve de referencia, abre nuevas vías de investigación y permiten la reproducibilidad. Por otro lado, tenemos los artículos científicos de baja calidad, estos se consideran así, porque poseen fallas metodológicas que pueden verse reflejadas en el diseño del experimento, tamaños de muestras, mala dosimetría, (las mayorías incurridas en los artículos que afirman que hay efectos negativos en la salud).
Conclusión
Después que se revisó la literatura científica, y en función de las entidades que toman el rol de observatorios internacionales de la radiación no ionizante e ionizante y sus efectos sobre la salud podemos llegar a las siguientes conclusiones:
- No hay evidencia científica consistente que haga argumentar que la exposición a radiaciones de radiofrecuencias o microondas, dentro de los límites establecidos, puedan causar que se desencadene un tipo de cáncer, o bien, que las redes 5G causen el covid-19 o contribuyan a su propagación.
- De acuerdo a toda la evidencia consultada, el principal efecto que surge de interactuar con la radiación de un móvil (1G, 2G 3G 4G, 5G), es que nuestra piel puede calentarse si colocamos el celular junto a nosotros. Cabe resaltar que este nivel de calentamiento es mínimo comparado con los niveles de exposición que normalmente hacemos (caminar bajo el sol, por ejemplo).
- Como se puede apreciar, los estudios científicos no descartan el posible efecto que puedan tener las radiofrecuencias en la salud, sin embargo, sí indican, que hay grandes fallos metodológicos, y tergiversación de la información en los artículos que sí argumentan que hay relación directa entre los cánceres y las radiofrecuencias.
- Los resultados en ratas todavía son inconsistentes y cuestionables, aunque no se descartan para realizar nuevos estudios de laboratorio, ya que los anteriores arrojaron que hay ciertos efectos cancerígenos en la salud de las ratas.
- Estas clases de estudios, donde se relaciona grandes masas de la población, son difíciles de realizar y generalmente requieren décadas para obtener evidencias. Además, requieren de una buena metodología para sobrepasar barreras de sesgos de memorias, reportes inexactos, morbilidad y mortalidad, sesgo de participación, tecnología y métodos de uso en cambio constante, sin duda es un gran reto metodológico para los investigadores.
- Claro está que nada es estático, las cosas pueden cambiar con el pasar del tiempo y con el avance de las ciencias y las tecnologías se podrían tener nuevos resultados concluyentes y que puedan ser replicados por nuevos estudios. Si hay algo que no falla a través del tiempo es el método científico.
- De igual manera, las distintas organizaciones internacionales y científicos de todo el mundo, continúan trabajando para comparar las diferentes evidencias que van surgiendo de distintos estudios acerca de los efectos consistentes de las radiofrecuencias y microondas en la salud.
- La OMS está realizando una evaluación de riesgos para la salud por exposición a radiofrecuencias, que abarca todo el rango de radiofrecuencia, incluido 5G, que se publicará para 2022.
Bibliografía
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