El telescopio espacial Hubble detectó una gran explosión de la supernova SN2018gv ubicada en la galaxia espiral NGC 2525 a 70 millones de años luz de la Tierra.
Esta supernova de tipo Ia, fue detectada por primera vez por el astrónomo aficionado Koichi Itagaki. Luego, un equipo de astrónomos del telescopio espacial Hubble emplearon la supernova SN2018gv para poder realizar mediciones precisas sobre la tasa de expansión del universo. Algo de mucha importancia para poder entender los grandes secretos de nuestro universo.
Observaciones del Hubble
El Hubble tomó las fotos durante casi un año, las tomas comenzaron desde febrero del 2018 hasta febrero del 2019. Cabe decir que, el telescopio no registró la explosión como tal, sino más bien, captó las diferentes etapas de la misma en varios momentos. Posteriormente, el equipo de Esa/Hubble procesaron, unieron las imágenes y usaron técnicas de secuencia de time lapse.
En el siguiente video se muestra un acercamiento a la galaxia NGC 2525 que está ubicada en la constelación austral de Puppis, está galaxia es aproximadamente la mitad del diámetro de la nuestra. La misma fue descubierta por el astrónomo William Herschel en 1791. A medida que se realiza el acercamiento, se puede apreciar la gran hermosura, los finos detalles de la imagen y la explosión de la supernova SN2018gv.
Por otro lado, se puede apreciar que, primeramente la supernova parece como una gran estrella brillante que está ubicada en la parte exterior de unos de los espirales de la galaxia NGC 2525 y poco a poco va eclipsando a la estrella más brillante que se encuentra en esa galaxia, hasta ir reduciendo su brillo.
Así, esta gran explosión es producto de una estrella enana blanca que está en un sistema binario cercano y que toma material de su estrella compañera. La misma alcanzó su masa crítica (1,44 veces la masa de nuestro Sol) hace 70 millones de años produciendo que el núcleo se calentara a un nivel suficiente como para fusionar grandes cantidades de carbono y oxígeno y liberando así, una gran cantidad de energía y radiación. El brillo de la explosión de la supernova es 5000 millones de veces nuestro sol.
Cabe acotar que, la luz que vemos de esta estrella tardó 70 millones de años en llegar a nosotros. Así que, en realidad vemos una estrella del pasado, y quizás, hasta ya se extinguió por completo.
«Ningún espectáculo de fuegos artificiales terrestres puede competir con esta supernova, capturada en su gloria que se desvanece por el Telescopio Espacial Hubble».
Comentó el premio Nobel Adam Riess, del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial (STScI) y la Universidad Johns Hopkins en Baltimore.
Según la NASA la supernova de este tipo, se le conoce como «vela estándar», ya que, alcanza un gran brillo que podemos tomar como puntos de referencias para poder medir distancias cósmicas. De esta manera, al conocer el brillo real de una supernova y observando su brillo en el cielo los astrónomos tendrán las herramientas necesarias para poder realizar los cálculos de la distancia de las galaxias donde se encuentran las mismas, como resultado, esto puede ayudar a medir la tasa de expansión del universo.
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