Según un estudio publicado en The Lancet Psychiatry, tener un ritmo circadiano bien regulado (ser activo durante el día y dormir bien en la noche) puede reducir el riesgo de padecer depresión, o trastorno bipolar. Así mismo, contribuye a un mejor estado de ánimo y a la mejora de las funciones cognitivas.
El estudio se llevó a cabo con un total de 91.000 personas adultas de Reino Unido, con edades comprendidas entre 37 a 73 años. En esta población se analizaron las alteraciones el ritmo circadiano con un dispositivo llamado acelerómetro.
«Este estudio es la primera investigación a gran escala de la asociación de ritmicidad circadiana medida objetivamente con diversos resultados de salud mental, bienestar, personalidad y funciones cognitivas, con un tamaño de muestra sin precedentes de más de 90.000 participantes»
– Aiden Doherty, investigador senior en la Universidad de Oxford
Este dispositivo se encargaba de medir los niveles de actividad durante el día de los participantes. Contaba de un monitor se colocaba en la muñeca, el cual estuvo midiendo el gasto energético de cada persona durante 7 días.
De esta manera, los investigadores encontraron una relación entre alteraciones del ritmo circadiano, como aumento de la actividad durante la noche, disminución de la actividad durante el día o ambos, con:
- Presencia de síntomas depresivos.
- Aumento síntomas consistentes con trastorno bipolar.
- Mayor sensación de soledad.
- Infelicidad.
- Disminución de las funciones cognitivas (tiempos de reacción más lentos).
Ritmo circadiano, nuestro reloj biológico
El ritmo circadiano funciona como un «reloj biológico» de nuestros ciclos de sueño y vigilia. Está controlado por un grupo de neuronas del hipotálamo, quien a su vez se encarga de regular muchos otros comportamientos y funciones como la temperatura corporal, los hábitos alimenticios, el estado emocional, entre otros.
Las señales del hipotálamo viajan a diferentes regiones del cerebro que responden a la luz, incluida la glándula pineal. En respuesta a la luz, como la luz solar, la glándula pineal suspende la producción de melatonina, una hormona que provoca la sensación de somnolencia. Los niveles de melatonina en el cuerpo suelen aumentar después de que oscurece, lo cual hace que se sienta somnoliento.

Para evitar alteraciones en nuestro ritmo circadiano los autores recomiendan: evitar la exposición a la luz artificial durante la noche (dispositivos móviles, sobre todo) lo que contribuye a tener patrones saludables de sueño. A su vez, es importante exponerse a una cantidad razonable de luz natural durante el día.
Es recomendable que organicemos nuestras actividades cotidianas de tal manera que respetemos nuestro ritmo circadiano.
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Fuente:
https://edition.cnn.com/2018/05/15/health/circadian-rhythm-mood-disorder-study/index.html